El formato elegido por la banda no puede ser más acertado: a las guitarras acústicas de Álvaro Urquijo, Ramón Arroyo y Txtetxu Altube, y el bajo de Juanjo Ramos, se suman Jesús Redondo ante un piano acústico y Santi Fernández con un cajón.
La puesta en escena, sobria, recoleta y contenida; el contexto perfecto para envolver la atmósfera melancólica que desprende la música de este grupo, siempre reconocible con el inconfundible sonido Secretos.