Malevaje nació a la sombra de un local madrileño donde Antonio Bartrina, alma carismática del grupo, entonaba melodías tangueras con extraña pasión. En sus casi cuarenta años de trayectoria, con doce discos en el mercado, el grupo ha defendido la inmortalidad del tango modernizando sus composiciones en busca de una manera propia de cantar los sentimientos de siempre pero sin olvidar nunca el respeto absoluto a las raíces del género.