Tras el bombazo mediático que supuso el «caso» Grammy en relación a la victoria absoluta de Adele, queremos echar un vistazo a lo acontecido, cómo nos lo han contado los medios y nuestra opinión sobre lo que está sucediendo en la Industria Musical Americana.
Resumen rápido: Los discos favoritos a «Mejor disco del año» se disputaban este año entre Beyoncé y Adele. Finalmente la gala se decantó en favor de la británica, pero tras recibir el premio declaró que el disco de su rival era mucho mejor que el suyo. Lo cual está levantando ampollas y suspicacias de todo tipo días después
Los medios nos han llegado a decir que Adele había partido en dos el Grammy para dárselo a Beyoncé (esto lo inició la revista People y luego todos los demás a copiar titular). Nada más lejos de la realidad. Tan sencillo como que se le rompió (no me extraña ya que llevaba unos cuantos) y se lo reemplazaron por otro.
Pero tras su emotivo discurso en favor de la diva, en el que se rendía a los pies de Beyoncé y su álbum Lemonade, la tendencia sensacionalista que rodea a estos tipos de publicaciones ha visto la carnaza para meterse en un nuevo discurso político donde, una vez más, la comunidad artística se revela contra la clase política de turno.
Y es que el álbum de Beyoncé tiene una fuerte carga política y racial, toca temas que incomodan a ciertas audiencias y provoca (sin buscarlo, siendo genuino). Mientras que el trabajo de Adele «25» siendo igual de sublime en lo musical toca temas clásicos sin grandes riesgos, lo que le convierte en una apuesta amable y segura para el jurado (además nadie discutiría la calidad de Adele).
(Formation ganó el Grammy al mejor videoclip)
Tras las palabras de admiración que le dedica al recoger el premio, la artista afroamericana rompió a llorar de la emoción: “No puedo aceptar este premio”, dijo. “Lemonade fue monumental, Beyoncé. Ha sido tan monumental, tan bien pensado y con un alma tan hermosa… que nosotros sí lo apreciamos. Todos los artistas te adoramos. Eres nuestra luz”.
Palabras sinceras, sin duda, que sin ir más allá de una opinión sincera y personal han sembrado las alarmas en los medios americanos… ¿Acaso no es justo el premio? ¿Si no hubiese sido negra hubiese dicho lo mismo? ¿Ha roto el premio para darle la mitad? ¿Estamos ante un caso de censura al arte? ¿Acaso Donald Trump va a poner un muro entre la música blanca y la negra?… Yo no le daría más importancia y disfrutaría del trabajo de ambas artistas… Y que dejen algo para los demás!!!
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